Publicado 02-05-2017
Al viajar a Italia no solo hay que disfrutar de los espectaculares lugares y monumentos del país. La cocina italiana se ha convertido, por derecho propio, en un monumento por sí misma. Hoy te ofrecemos un sabroso recorrido por alguno de los platos italianos más famosos.
Un tradicional menú italiano consta de cuatro episodios: Antipasto, un entrante o entremés que puede ser frío o caliente; un primer plato caliente, que suele ser pasta, risotto, sopas, etc.; un segundo plato, preparado a partir de carne, pescado o setas; y un postre.
Te recomendamos algunas especialidades italianas que no puedes perderte cuando viajes a Italia.
La pizza napolitana, uno de los platos típicos de la cocina italiana, tiene el privilegio de ser la única pizza en tener la categoría de producto agroalimentario tradicional italiano. Se caracteriza por tener una masa de pan muy fina. El paso por el horno es rápido, lo suficiente como para humedecerla sin cocerla del todo y darle ese toque que la hace inimitable.
En sentido estrictamente tradicional, solo hay dos variantes: la marinera y la margarita, aunque podrás encontrar muchos más tipos en cualquier pizzería de Italia. Por norma general, la pizza se toma como plato único.
La pasta es uno de los platos más típicos de la gastronomía italiana. Suele degustarse como primer plato. Hay un sinfín de tipos de pasta: macarrones, spaghetti, raviolis, tortellini…Muchos de ellos pueden estar rellenos de carnes o verduras. Además se aderezan con salsas, como la famosa napolitana, boloñesa, marinera o carbonara.
Hay infinitas posibilidades de combinar la pasta, desde los clásicos spaghetti a la boloñesa hasta tortellinis rellenos de pera y queso con salsa carbonara. ¡Deliciosos!
El arroz es otro de los elementos básicos de la cocina italiana que se suele degustar, sobre todo, en el norte del país. Es común acompañarlo con queso –parmesano, por supuesto- y otros añadidos, como setas o especias. Todo para formar un plato exquisito que hace la boca agua. Se come como primer plato.
Este contundente plato italiano consta de un jarrete de ternera sin deshuesar, estofado con vino blanco y servido con salsa de tomate. Es común que se acompañe con una guarnición de arroz, aunque no necesario.
Como su propio nombre indica, es originario de Milán, y es en los restaurantes de esta ciudad donde podrás encontrarlo en todo su esplendor.
Un plato típico de la isla de Capri, ideal para el antipasto, sobre todo en verano. Las hojas de albahaca fresca se mezclan con rodajas de tomate y queso mozzarella. Todo ello aliñado, como no puede ser de otra manera, con un buen chorro de aceite de oliva italiano. Es uno de los platos de la cocina italiana más típicos, quizás porque sus colores (verde de la albahaca, blanco de la mozzarella y rojo del tomate) recuerdan a la bandera del país.
El tiramisú es uno de los postres más conocidos de la cocina italiana. Puede ser el broche perfecto a una suculenta comida. Tiene muchas variantes, pero suele estar hecho de varias capas bañadas en café y con una crema dulce. Se suele presentar acompañado de cacao espolvoreado.
Y después de la comida puedes seguir disfrutando de la gastronomía italiana con el café. Italia tiene justa fama de gusto por esta infusión. El espresso es toda una institución en el país transalpino y las normas para prepararlo se siguen como dogmas. Además, disfrutar de un buen café en la Plaza de San Marcos, en Venecia, frente a las costas del Adriático, o admirando los monumentos renacentistas de Roma puede ser todo un lujo.
¡Buon appetito!