Publicado 01-06-2017
Es difícil elegir, pero posiblemente la celebración de San Xoan en la playa coruñesa de Orzán es una de las celebraciones que no deberías perderte. Teñida de viejas tradiciones legendarias y con especial mención a meigas y brujas, las llamas de las hogueras arden toda la noche para dar la bienvenida a la noche más mágica del año y liberarnos de los malos espíritus. La tradición dicta que en la noche en la que se abre la puerta al más allá (el mundo de Alén) se asan los típicos cachelos y sardinas al abrigo del fuego.
En Menorca (y concretamente en Ciutadella), San Juan coincide con su patrón. Quizás por eso la celebración es tan especial aquí. Además de las hogueras, el fuego y la pirotecnia, los verdaderos protagonistas son los caballos, que toman el centro de la ciudad. Los jinetes (o "caixers") son los encargados de hacerlos saltar entre la gente como símbolo de poderío y nobleza. Si vas no dejes de probar la "pomada", una bebida típica a base de gin menorquín con limonada.
Tarragona celebra la mágica noche del solsticio de verano por todo lo alto con verbenas en cada barrio, cenas populares bajo las estrellas y petardos hasta bien entrada la madrugada. Aquí las hogueras se encienden con la "flama del Canigó", un fuego que se enciende en la cima de la mítica montaña del Canigó en el Pirineo. Tampoco os podéis perder los castillos humanos que levantan durante el día los castellers de Tarragona ni la lluvia de fuego bajo la que bailan los Diables por la noche.
La noche de San Juan es una de las noches favoritas de los malagueños y la prueba es que la ciudad entera se vuelca en la celebración del solsticio de verano. La noche más corta del año se vive con especial intensidad y además de los fuegos artificiales la tradición manda asar espetos de sardinas en la playa, degustar brevas y, por supuesto, quemar los "júas", una especie de muñecos de trapo que se lanzan a la hoguera. Lo mejor de todo es que si el calor aprieta la playa está tan cerca…
Otros que juntan fiestas son los vecinos del pueblo de Lanjarón. Aquí cada año el fin de semana más cercano al 24 de junio se celebra durante 5 o 6 días la Fiesta del Agua y del Jamón. ¿Apetecible, verdad? El momento culmen de las celebraciones es la Carrera del Agua, que se realiza en la medianoche de San Juan y en la que todos los habitantes y visitantes recorren un kilómetro y medio por sus calles mientras se mojan con todo lo que encuentran a su paso. Si luego le añadimos comer jamón junto al fuego, podría ser el plan perfecto.
Si quieres descubrir por qué las Fiestas de San Juan en Soria han sido declaradas de Interés Turístico tendrás que acercarte. La ciudad entera vive esta festividad de una manera muy especial. Soria se divide en cuadrillas o barios, cada una con su toro, su organización y su santo, que celebran durante días en la calle San Juan con verbenas, canciones y todo tipo de tradiciones locales. Eso sí, si nunca has corrido delante de un toro o una vaquilla mejor no lo intentes. Hagas lo que hagas, te garantizamos que querrás repetir.
En Alicante la noche de San Juan se parece sospechosamente a las Fallas… Eso sí, con mejor tiempo, junto a la playa y muchísima diversión. Las fiestas de San Juan de esta ciudad también son de Interés Turístico Internacional y a lo largo de la Jornada se instalan en la calle las "Hogueras" o "Monumentos" que serán pasto de las llamas para dar la bienvenida al verano. Una experiencia única en la que el fuego y el Mediterráneo se dan la mano con el espectáculo pirotécnico que se lanza desde el cerro del monte Benacantil.
La costa cántabra se viste de gala en la noche más corta del año. Concretamente en la playa de San Juan de la Canal (además de muchas otras, para qué negarlo) se da la bienvenida a la época estival con fuego, mar, música y deseos lanzados al agua y al aire. Cada año miles de personas se reúnen entorno a las hogueras y bajo los fuegos artificiales en este arenal precioso. Nada mejor que ver el amanecer desde una playa de Cantabria.
Las Islas Canarias también celebran San Juan con mucha pasión. Los tinerfeños le tienen tanto apego a esta noche mágica que la llaman "San Juanito". En Punta del Hidalgo, antes de que oscurezca, una pequeña comitiva recoge la figura del santo y la lleva hasta la orilla del mar en el Güigo. El Puerto de la Cruz es otro lugar perfecto para disfrutar de la verbena. Al son de melodías populares, al ponerse el sol se encienden las hogueras y se disfruta de la noche en buena compañía, disfrutando del vino, la comida y el misticismo de la noche más corta del año.
Haciendo honor a su pasado celta, en Asturias San Juan y Beltane se funden. Así, se da la entrada al verano de una manera muy tradicional. Todas las fuentes del centro urbano se enraman como si fueran una ofrenda floral a los dioses celtas y al caer la noche se hace la "cargüena": una escenificación de cómo se acarreaba antiguamente la leña y los trapos viejos para quemar en la hoguera de la Plaza del Ayuntamiento. Después de los fuegos artificiales, en cuanto llega la medianoche, la gente baila en círculos alrededor del fuego agarrada de los meñiques mientras se canta el tema popular "Hay un galán en esta villa". Una noche para recordar.