Publicado 13-07-2016
Con una longitud de 187,7 km , el trayecto tiene rampas de hasta el 20%.En la vertiente francesa (actualmente cerrada) sobrepasan el 40%.
Un recorrido con historia
El Canfranero es una de esas experiencias imprescindibles para cualquier auténtico viajero que visite Aragón. Es un tren que le permitirá ir viendo la evolución del paisaje desde el Valle del Ebro a la alta montaña pirenaica en un auténtico viaje en el tiempo ya que buena parte del recorrido se realiza por los mismos raíles que inauguraran el Rey Alfonso XIII de España y el Presidente de la República Francesa Gaston Doumergue en 1928.
El Canfranero abandona el Río Gállego en el municipio de Sabiñánigo para recorrer La Jacetania ascendiendo por el valle del Aragón, terminando su recorrido en Canfranc. Este tramo de la linea ferroviaria tiene algo mas de 40 km y nos regala uno de los más maravillosos paisajes pirenaicos, a los que hay que sumar el propio trazado, con sus espectaculares túneles y viaductos, como colofón la estación de Canfranc.
Condicionadas por esta topografía difícil, las estaciones se encuentran sólo en las cercanías de las grandes poblaciones. A pesar de ello,el trayecto mas directo por ferrocarril entre las capitales de Madrid y París sería todavía hoy por Canfranc.
Esta línea ferroviaria fue internacional desde tiempos de la Segunda República Española, pero está cortada en su vertiente francesa desde 1970 y muchos de sus tramos siguen abandonados.
El Canfranero representa, por sí mismo, un referente histórico-ferroviario de primer orden en el resto de España e, incluso, en el extranjero. Sólo hay que prestar atención a las características constructivas de la estación internacional (fruto de la proyección que pretendió tener la línea desde el primer día) o recodar los singulares episodios vividos durante la segunda guerra mundial.
La posible reapertura de la línea internacional se ha planteado en diversas ocasiones.
